El cielo estaba lleno de estrellas, la noche brillaba, el aire cantaba, la luna alumbraba, todo era tan perfecto, tan tranquilo, tan cautivante, donde volteases a ver todo era paz, realidad, tranquilidad, era como un sueño... pero… ¿Qué era lo que alteraba esa percepción? ¿Qué hacía que la noche brillara tanto?, ¿Qué el sonido del viento se volviese una melodía? ¿Que la luna brillase con más intensidad?
Todas estas preguntas se hacia un joven, que miraba todo asombrado, a lo que la respuesta no tardo en llegar, puesto que él desde un principio ya sabía que todo se debía a una sola figura…
Un ingenuo chico cautivado por una mujer, el hombre más afortunado, quizás, era una imagen que no podía dejar de mirar, de observar de arriba abajo, tan linda, tan bella, tan perfecta para él, era un sueño en vida, algo que jamás creyó ver, tanta belleza, física y espiritual, reunida en un solo ser de innumerables atributos, esa figura, para su gran fortuna era su pareja.
Caminando por un sendero tranquilo, platicando, tomados de la mano, el joven cautivado, solo sintió confianza, paz, tranquilidad y felicidad, la noche más hermosa que jamás había vivido, viendo a esa joven mujer sonreír. Cautivado por su mirada, tan distinta, tan pura y sencilla, cautivado por cómo se veía esa noche y ver como la luz bailaba en sus ojos.
Ver su pelo revuelto por las caricias del viento, un cálido ambiente, y una brisa por demás neutral… palabras temerosas salía de la boca del joven. Pero la calidez de ella, le dio fortaleza, la confianza, le dio seguridad, y pudo decir lo que su corazón sintió…
“Deseo que me sueñes me quieras, y te mueras por mi así como yo lo hago por ti, deseo ser tu presente, y un futuro, ser tu amigo, tu compañero, te fiel amante, no puedo pedir más de lo que me has dado solo deseo tu corazón”
“Deseo tenerte a mi lado, tocar tu alma, y que sientas la mía, vivir tus sueños, sentir tu sonrisa, querida mía eres más de lo que puedes imaginarte, soñar contigo, esperando a verte, vivir en tus recuerdos, vivir en tu corazón”
El la miraba y ella a él, la luna sonreía ante lo que ocurría, la noche avanzaba y entre mas pasaba el tiempo más lento parecía irse, la brisa susurraba ante sus oídos palabras de pasión, y calor. El muchacho se acerco a ella, la abrazo y sintió su respiración, tranquila, pasiva, se acerco a su rostro y miro sus ojos brillar más que nunca, acaricio su pelo y se acerco a sus labios, suaves, tersos, cálidos, aquellos labios donde salía la sonrisa más sincera, y las palabras más bellas, cerro sus ojos y la beso…
Beso los labios más dulces, acaricio su pelo, su rostro, su espalda, la tenía tan cerca a él, tan unida a él, sentía, su calor, su aroma, que siempre le encanto, su aliento fresco, el caía ante sus brazos, ante su cuerpo, la razón ya no importaba solo el sentimiento, el momento, el calor.
Sus labios acariciaban su piel, sus ojos en su rostro, su mano sobre la suya, era más de lo que podía imaginar, el la miraba ya no con sus ojos si no con su cuerpo, cada curva, figura, en su cuerpo, su cabello suave y delicado su piel tersa y cálida.
Bajo su cabeza y beso su cuello, suave y firme, con pequeñas caricias sentía su cuerpo, bajo su cabeza y sintió su corazón. Cerró sus ojos sintió su pecho y su latir, tan lindo y puro…
Ambos se abrazaron bajo la luz de la luna, todo parecía un sueño ambos susurrando palabras de cariño y afecto, la paz reinaba y nada irrumpía a ese sueño real.
El silencio reino, ambos habían caído acostados, ella beso su frente y lo abrazo fuertemente, él beso sus labios y antes de caer ante sus brazos susurro a sus oídos dos palabras…
Te Quiero…
"Si la luna seria tu premio, yo juraria hacer cualquier cosa por ser su dueña" Victor, muchisimas gracias por todo, lo bueno, lo malo, por ambas cosas, por cada instante junto a ti, por esa caminata a la luz de la luna, por esa platica, por las demas platicas, por los juegos, por las peleas, por tu paciencia, por cada suceso junto a ti. Deseo que esto dure muchisimo tiempo mas, que por mas que el reloj corrar y la arena caiga, esto no termine y que siga creciendo, gracias por tu calidez, gracias simplemente por ser tu...
ResponderEliminar"La observaba fijamente, solo deseaba una cosa de aquel astro enamorado, de aquella estrella solitaria que agonizaba lejos de su amor, de aquella acompañante de poetas incomprendidos, de escritores olvidados y de enamorados temerosos; solo un deseo le he pedido y es estar contigo" Te quiero mucho Vic.